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Maternidad Miss y Mister

Mamá, cuando te mueras te echaré mucho de menos

los niños y la muerte

Sólo escribir el título de esta entrada ha hecho que el corazón me dé un vuelco de nuevo y que en el estómago vuelva a tener un nudo difícil de deshacer. A diferencia de la mayoría de entradas, esta vez el título es lo primero que he escrito, sin haberlo pensado antes, pero es que no podía ser otro. Ha sido el comienzo de todo, del mal trago que me ha hecho pasar mi niña esta tarde y del aun peor que ha pasado ella. Además creo que es contundente y evidencia el tema sobre el que trata hoy mi post, no?

Ha sido tras recoger a Miss del colegio y a Míster de la guarde. Lo normal habría sido dirigirnos a casa para comer yo, jugar un rato con ellos y bañarles pronto antes de ir a recoger a Papagoloso al trabajo. Pero de camino se me ha ocurrido ir al centro comercial y aprovechar para mirar unas cosillas para la fiesta de Halloween que ronda mi cabeza. Todo bien, Miss ha subido a un cacharrito y se ha portado todo lo fenomenal que debe portarse una niña de cuatro años yendo de tiendas.

Antes de salir del centro comercial a Miss le han entrado ganas de ir al baño, y allí que nos hemos metido ella, Míster en carro y yo. Nada más sentarse ha empezado a susurrar algo que yo no acababa de entender, lanzándome los brazos como para abrazar mis piernas, entre sollozos. Al no entenderla me he agachado para ver qué decía y cual ha sido mi sorpresa cuando he visto que le caían lágrimas de verdad. Y en eso que me coge fuerte y me dice: Mamá, cuando te mueras te echaré mucho de menos… No voy a decir lo que he sentido en ese instante, porque no puedo.

Con obligada tranquilidad e intentando quitar hierro al asunto, he puesto una medio sonrisa en mi cara y le he dicho que no te preocupes aun de eso, que para que suceda queda mucho mucho tiempo, que para entonces seremos muy mayores. Pero ella insistía. Cuatro o cincos veces más. Y yo con lo mismo, de la forma más cariñosa y tranquilizadora que he sabido, intentando desespera e infructuosamente que en mi cabeza apareciera la fórmula mágica, en forma de palabras, que hiciera desaparecer la desazón de mi pequeña. Y cuando el papá se muera le echaré mucho de menos, y lloraba aun más. Y yo en mi mantra, que uy! yo no me preocupo, que para eso queda mucho. Y sigue. Y le añado que a mí tampoco me gustará, también le echaré de menos, pero hay que disfrutar ahora e intento no pensar eso, porque queda mucho tiempo hasta que el papá sea tan mayor. Y es que ella da por hecho que, al ser mayor que yo – cuatro años -, Papagoloso morirá antes. Igual que da por hecho que sus amigas uno o dos años mayores lo harán antes que ella, e intenta consolarse pensando que le quedarán las que son más pequeñas. Y Míster.

Y conforme avanza la cosa peor me voy sintiendo, peor voy entreviendo la salida, el final. Lo siento, no soy perfecta. Me encantaría poder dar respuesta a todas las dudas de mi hija, que en un tiempo serán las de mi hijo; ojalá tuviera contestación convincente y adecuada a su nivel de por qué nos morimos, de por qué vamos al cielo, de cómo vamos al cielo, de si cuando ella se muera nos veremos en el cielo, de por qué no vamos al cielo, de por qué no cabemos todos en el mundo si hasta Uruguay hay mucho sitio porque está muy lejos. Pero no puedo, no soy capaz, en parte debido a mi empatía, y al ramalazo de madre protectora, y a no saber qué está preparada para escuchar y para entender a sus cuatro años y medio. Joder! Pensaba que estas dudas existenciales tardarían algo más en llegar.

Sí es verdad que hace poco más de una año, cuando falleció la abuela de Papagoloso, empezaron a surgirle ciertas dudas al respecto. Y dejaron verse algunos miedos, imagino que sobre todo por el choque con esta realidad hasta el momento inexistente para ella. Pero salvo algún comentario puntual, no ha ido a más. Algunas noches se despide de la abuela por la ventana, con su padre, enviándole besitos y deseándole las buenas noches. Y tan contenta se va a dormir.

Pues lo que decía, que no sé si la he ayudado algo, si he calmado su preocupación o todo lo contrario. He intentado ir añadiendo algo más al discurso inicial, como que lo importante es ser felices mientras estamos aquí, disfrutando cada momento, siendo buenas personas y queriéndonos. Tampoco he querido decir mucho más, ya que a cada nueva frase intentado esclarecer las dudas y calmar su pena aparecía una nueva pregunta por su parte a la que buscar respuesta por la mía. Harto difícil.

Y de camino al coche: Y si no vamos al cielo dónde vamos? Hala! Para qué le he tenido que decir que realmente no vamos al cielo. Pues nos quedamos en el recuerdo y en el corazón de los que nos quieren, eso es lo importante, por eso hay que intentar disfrutar y ser felices. Realmente está mi hija preparada para este tipo de explicaciones? Quizá sí. O quizá la confundo más. Soy partidaria de decir la verdad a los niños sin inventar historias ni mentiras sólo por esconderles la realidad un poco oscura, pero también creo que cada cosa ha de hacerse a su debido tiempo y adaptarlo a la edad y al nivel del pequeño. Pero esto que suena tan bien dicho así, no es fácil.

Mientras subíamos al coche le he preguntado qué música quería escuchar, se la he puesto y al minuto se ha quedado dormida. Tantas ganas tenía yo de desahogarme que en lugar de bajar a casa he ido directa al trabajo de mi marido, casi una hora antes de su salida, no para verle, sino para quedarme tranquila en el coche y conectarme al Twitter aprovechando que Míster también se había quedado dormido. Y me ha servido. Ha sido publicar mi Tweet y obtener respuesta de varios amigos tuiteros. Gracias, muchas gracias, porque aunque no os lo creáis cada uno de vuestros tweets ha sido un soplo de aire, un masaje en mi agarrotado estómago que me ha hecho volver a la normalidad.

Quizá a muchos de los que leáis esto os parece exagerada mi actitud. Por lo general me considero una persona bastante racional, coherente y con sentido común, pero a pesar de mis esfuerzos por controlarlo, el tema de la muerte toca mi vena sensible. Después de una temporada de apenas dormir pensando en la muerte de seres muy queridos y cercanos y, ya siendo madre, en la mía y por tanto en la falta que sufrirían mis hijos, pensaba que lo tenía superado. Veo que no. Cuando en alguna ocasión el tema me ronda la cabeza hago lo imposible por encontrarle algún sentido, alguna posible forma de sobrellevarlo llegado el caso, o borrarlo de mi cabeza. Esta tarde ha sido ineludible.

 

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30 Comentarios

  • Responder
    Walewska
    25 septiembre, 2012 at 22:55

    Mi hija también me lo dijo y yo me quedé … muerta. La alegría con la que me mataba PFFFF Te entiendo!!!!!

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 07:03

      Ya, a esas edades no alcanzan a saber lo peliagudo que puede resutar el tema. Ni tienen conciencia del tiempo.
      Muchísimas gracias por estar 😉

  • Responder
    mamaprimerizacomparte
    25 septiembre, 2012 at 23:06

    A mi me queda para llegar acesa fase, pero curiosammente recuerdo la angustia que sentia de pequena con ese tema. Y sinceramente, a dia de hoy todaviavla siento cuando pienso queis padres tienen ya cierta edad y.. bueno, mejor no seguir por ahi. Yo tambien soy una persona muy empatica y carinosa, y me temo que si tu peque tambien lo es le costara un poco mas el tema. Pero poco a poco ireis gestionandolo y sobre todo ella ira olvidandolo, porque suele ser una fase (salvo q vivan expetiencias cercanas d mueres repentinas o asi). Un besazo guapa y no le des muchas vueltas al tema q es importante q tu estes tranquila y le transmitas esa tranquilidad. Buenas noches!

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 07:06

      Ya lo intento. El tema no ha vuelto a salir, ni seré yo quien lo saque; dejaré que todo transcurra con normalidad y el día que suceda algo en relación a eso (que tarde, por favor) ya veré cómo me resuelvo.
      Yo de pequeña no recuerdo haber tenido estas preocupaciones, ha sido de adulta, primero pensando en mis hermanos pequeños y en mi marido, luego en mis hijos y en mí.
      Muchísimas gracias guapa por comentar.

  • Responder
    Jenni Peña
    25 septiembre, 2012 at 23:39

    Es un rato malo, por q empatizas con sus sentimientos y compartes una angustia q tambien es la tuya.
    Yo tambien soy partidaria de decirles la verdad y no inventar falsas historias q lejos de consolar, por q el vacio es el mismo, distorsionan el sentimiento.
    Es un trago amargo y es una prueba del amor incondicional q tus hijos sienten por ti.
    Cuando yo era pequeña tenia ese sentimiento de posible perdida continuamente, por q mi madre siemore estaba enferma. Pero ese sentimiento me ha hecho la persona luchadora y agarrada a la vuda q soy ahora. De modo q este tipo de cosas nos ayudan tambien en nuestro crecimiento personal.
    Si te consuela, Grommy esta pasada semana me hizo una foto por si me moria y era la ultima vez q me veia, queria acordarse de lo guapa q era.
    Besitos de animo.

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 07:10

      No debe ser fácil para un ser tan pequeñito vivir con su madre enferma y la incertidumbre de qué puede pasar.
      Mi hija lo que sí nos ha dicho alguna vez, pero sin darle más importancia, es que nos iba a dar un globo para que pudiéramos subir al cielo cuando nos muramos.

      Beso bien grande y muchísimas gracias.

  • Responder
    @Johannaarco
    25 septiembre, 2012 at 23:55

    Vaya mal trago!!xo lo has llevado de maravilla;con cuatro años ya piensan en eso??q miedo!!yo tuve esa crisis a los 7 creo,y mi madre me dijo q no me preocupara q ella no se iba a morir nunca,y quiza tenga razon,d alguna manera la gente q se nos muere aun esta en nuestros recuerdos;mama recuerda q no te ibas a morir nunca!!gracias x un post tan duro y bonito a la vez

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 07:12

      Eso también lo he pensado, y algo le dije, pero no estoy convencida de que alcance a entenderlo a su edad, a pesar de lo madura que es/parece. Por eso le dije que lo importante era quedarnos en el corazón de os que no quieren y que nos recordaran.

      Muchas gracias por el comentario :-)

  • Responder
    Un saltamontes en mi cama
    26 septiembre, 2012 at 03:18

    Es una pregunta difícil de responder. Recuerdo que me explicaron en una charla sobre cuestiones infantiles de una psicóloga, que la respuesta a la pregunta "¿te vas a morir?" sería distinta en función de la edad que tuviera. Esto es así porque siendo muy pequeños lo que en realidad te están preguntando si te vas a morir "ahora", por lo que la respuesta es claramente "no". No son capaces de entender todavía. Siendo más mayores si es posible razonar con ellos una respuesta más elaborada de "si, pero dentro de mucho tiempo". Sé que en tu caso no ha sido una pregunta sino una afirmación y cuento esto porque es lo primero que me ha venido a la mente. Dicho esto, uuuuuufffffffffff, me imagino el mal trago. Se me llenan los ojos de lágrimas de sólo pensarlo. Me parece que has resuelto muy bien la situación. Yo no sé si hubiera sabido mantener la calma como tú lo has hecho. Todo mi apoyo bonita. Un abrazo fuerte.

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 07:13

      Tienes razón, ha sido una afirmación, pero mi respuesta fue en concordancia con lo que dices; por eso le dije que aun quedaba mucho tiempo y mejor no pensar en ello. Pero está claro que no la tranquilizó mucho.
      Un besazo y mil gracias!

  • Responder
    batallitasdemama
    26 septiembre, 2012 at 07:05

    Puf, es que que dices, creo que si preguntan es porque están preparados o eso quiero pensar. Pero si ya es difícil para nosotros y como tu dices a veces el miedo nos atenaza, explícaselo a un niño. Besos

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 07:15

      No es un tema fácil. Sí es posible que si preguntan necesiten y tengan derecho a una respuesta, el problema es saber darla como toca :(.
      Besos y muchas gracias!

  • Responder
    chispuncita@hotmail.com
    26 septiembre, 2012 at 08:31

    Qué difícil!!, no sé como reaccionaré yo ante esa pregunta, supongo que es muy complicado.
    A veces, Tenedor, me pregunta dónde está la abuela Marta, y yo le digo que en el cielo, en todas partes, y me pregunta que por qué está allí, y el nudo en mi garganta es tan enorme que no me salen las palabras, mi cabeza no puede pensar.

    No me imagino que pensarán sus pequeñas cabezas, sobre la pena que es no tener a su mamá o papá, pero yo, que sé el vacío que deja una madre o un padre cuando se van, a penas puedo escribir esto, sin llorar, y espero que Tenedor, tarde mucho en plantearme algo así…no creo estar preparada…pero quién lo está?

    Creo que has gestionado muy bien la situación, un enorme beso.

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 08:48

      Vaya Vanina, lo siento, imagino que tú si habrás pasado malos tragos. Pero buscando el lado positivo, es muy probable que estés más preparada para hablarlo con tenedor llegado el día.
      Un besazo mi niña :-)

  • Responder
    Marialu
    26 septiembre, 2012 at 08:42

    Vaya trago has debido pasar, yo también creía que estas dudas existenciales las tenían más mayores, cuando es más fácil explicarles las cosas…

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 08:50

      Pues ya ves. Imagino que no todos los niños sacan el tema a la misma edad, pero da igual, porque llegado el momento debe ser difícil de todas formas. Pocas persoans son capaces de no dar importancia a la muerte y de pensar en ella sin que les pique siquiera un poquito.
      Un beso y gracias por pasar.

  • Responder
    Silvia
    26 septiembre, 2012 at 08:50

    Vaya momento complicado, decirles la verdad, de forma que la entiendan y además se tranquilicen es muy complicado, pero creo qoe tú lo has hecho estupendamente. Es un tema que puede generar mucha ansiedad en los pequeños (a mi me ocurría) y lo has hecho genial supermami :)

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 20:13

      Vaya, muchas gracias. Comentarios así sube la moral y hacen ver que quizá no todo es tan difícil.
      Muchas gracias por pasar. Saludos :-)

  • Responder
    Y entonces llegó el caos
    26 septiembre, 2012 at 09:07

    Pues me parece que llevaste muy bien la situación, yo no hubiera sabido cómo salir del atolladero sin crearle más miedo o, como tú dices, sin mentirle. Yo también soy partidaria de decirles la verdad, pero claro, de una cierta manera.
    Un besillo guapa, espero que tu desazón haya desparecido! Y gracias por compartirlo!

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 20:15

      Gracias linda. La verdad es que mi dasazón no tardó en desaparecer, o al menos disminuir, sobre todo gracias a vuestros comentarios aquí y en Twitter.
      Seguro que tú, llegado el momento, lo harás estupendamente.
      Un besazo

  • Responder
    La madre del monillo
    26 septiembre, 2012 at 09:50

    Ay nena yo temo ese momento en breve, cuando me vea llorar la muerte de mi abuela e intente explicarle el porque… De todos modos segun te leo, me emociono porque te conozco y se con la dulcura que se lo has dicho y la has tranquilizado nadie mejor que tu haría eso.

    Y si yo se lo que es recibir apoyo tuitero, este mundo 2.0 nuetro es un abrazo continuo que reconforta mucho

    Beso guapa

    • Responder
      golosi
      26 septiembre, 2012 at 20:17

      Que te como! eres un amor, no sabes lo orgullosa que estoy de ciertas amistades 2.0., y sabes que la tuya es una de las más importantes.
      Espero que el adiós a tu abuela tarde en llegar. Una vez suceda, sé que lo llevarás de la mejor forma posible. Yo intentaré estar por aquí para lo que necesites.
      Un besazo

    • Responder
      La niña sin nombre
      26 septiembre, 2012 at 20:53

      Me quedo con mi Peineta salá para comentarte que si no no puedo. Ay! Golosi qué penita de momento, pero eres una mami 10 la verdad… Yo de pequeña tenía ese tipo de preocupaciones y mi madre me abrazaba fuerte y se iban las pesadillas nocturnas… Un besazo enorme y me has emocionado. Muaccc! Si la NSN algún día se lo pregunta ya estaré preparada

    • Responder
      golosi
      27 septiembre, 2012 at 06:50

      Si es que los abrazos amorosos de mamá lo curan casi todo. Yo espero estar siempre que mis hijos los necesiten.
      Cuando te legue el momento, sabrás hacerlo estupendamnete, estoy segura.
      Un besazo y muchas gracias por pasar a verme 😉

  • Responder
    desmadreando
    26 septiembre, 2012 at 21:07

    Golosi siento no haber estado en el momento twittero para apoyarte, pero creo que lo has hecho bien. Soy partidaria de contestar las preguntas sencillamente. Sin mucha explicación pero dando tranquilidad.
    La mente de los niños es mucho más sencilla que la nuestra y sus miedos son "instantáneos" no como los nuestros que ya están aferrados.

    Por experiencia en casa…mi padre murió de cáncer, a mi cuñado le dió cáncer linfático cuando mis sobrinas tenían 7 y 4 años y te puedo decir que la verdad es muy dura de manejar.

    No es "mentir" pero manejar lo justo. En el caso de mi padre es ley de vida, pero en mi cuñado es ley de lucha y sobrevivencia.
    Jamás olvidaré cuando un niño de 7 años le dijo a mi sobrina que "su papá se iba a morir" y que no le creyerá a su mamá cuando le decía que "iban a luchar" pues eso fue lo que les dijo sus padres.

    Si. Era verdad. El pronóstico no era bueno. ¿pero que acaso no todos morimos? y pues en ese caso "la verdad manejada por otros padres" dejo varias secuelas como mandar a mi sobrina al hospital con gastritis y no poder dormir durante 3 meses…

    Bueno me desvío. Gracias a Dios mi cuñado sigue aquí y está en remisión.

    Hay que ir poco a poco con los miedos. Y sobre todo hacernos de tripas corazón para no transmitir nuestra angustia…pues más miedo nos da a nosotros dejarlos solos.

    Un beso grande

    • Responder
      golosi
      27 septiembre, 2012 at 06:56

      Como me alegra y me alientan casos así. Hay que luchar siempre por seguir aquí junto a los nuestros, no dar la batalla por perdida; mientras se lucha, se está vivo. Me has emocionado mucho, Desmadres. Siento lo de tu padre, pero me alegra que tu cuñado vaya remitiendo.

      Por lo del momento tuitero tranquila, faltaba más. Doy por hecho que nadie está las 24 horas pegada al twitter. Yo precisamente me he perdido infinidad de momentos importantes de muchas de vosotras.

      Eres un sol y me encanta verte por aquí. Grcaias!
      Un besote

  • Responder
    mamá, ¿dónde vamos hoy?
    27 septiembre, 2012 at 21:26

    Que momento mas duro!!! lo peor el no quererles mentir pero tampoco saber como explicarles para que te entienda.
    Yo ya he tenido varios de estos momentos con mi hijo mayor, tiene 6 años, y también da por hecho que primero se morirá papá y luego yo porque soy 4 años mas joven.
    Seguro que lo has hecho fenomenal pero el mal trago no te lo quita nadie.

    • Responder
      golosi
      27 septiembre, 2012 at 21:30

      Mal trago pero hay que pasarlo, y yo ya lo he hecho, porque por muchas otras veces que hablemos del tema, no creo que ninguna sea como esta primera (a menos que sea a raíz de un suceso, que espero que no). Esta es mi lectura positiva de todo esto.
      Un besito y gracias por pasar

  • Responder
    Bego
    27 septiembre, 2012 at 22:23

    ay, qué mal estos momentos existenciales. estoy de acuerdo contigo en que es que mejor decir la verdad y con desmadrosa en que los miedos de los niños son instantáneos y más fáciles de llevar que los nuestros.
    espero que tarde mucho en repetirse un momento como éste…
    un beso

    • Responder
      golosi
      27 septiembre, 2012 at 22:28

      Muchas gracias guapa. Yo también lo espero, auqneu seguro que la próxima estoy más preparada.
      besos

    Agradezco tu comentario