Quiero buenos parques infantiles

Cada vez que salimos de vacaciones a otras ciudades buscamos lugares, principalmente parques, en los que Miss pueda disfrutar también de ellas y no tenga que acoplarse sólo a los planes de los mayores. Solemos buscar información en la red y, si no ha sido así, nos movemos ya en destino hasta que encontramos algo decente. Hemos encontrado parques infantiles realmente alucinantes y sofisticados que han hecho las delicias de nuestra hija. Lugares atractivos con los que se nos ha caído la baba y en los que la envidia nos ha corroído; parques completos con sus sillas de columpios, toboganes, balancines, trenes, estructuras de diferentes formas, tubos… y, lo más importante, a la vista seguros.

Por un proyecto que tengo en mente hace tiempo, tengo un ligero conocimiento de las normas y requisitos que ha de cumplir un parque infantil y si bien es cierto que en la mayoría de ciudades, si no en todas, los hay que ni de lejos cumplen con ello, también lo es que en la mía son la mayoría de parques o zonas de juego, si no todos, los que están muy lejos de parecerse al parque de columpios ideal en el quiero ver disfrutar a Miss y, pronto, a Míster, sin preocuparme de poco más que de atenderles y controlar que su comportamiento es correcto (a lo del comportamiento de niños y pmadres en los parques dedicaré otro post).

Pero vamos, que no hace falta ningún conocimiento especial para darse cuenta de la mierd… de columpios que tenemos por aquí, por no hablar de la escasez. Que sí, que estamos en crisis, pero el coste de montar algo decente es asumible por casi cualquier ayuntamiento, o al menos por uno grande. Y sitio hay de sobra. Jod…, pero quién se encarga de estos temas en un Ayuntamiento? Quién decide dónde y qué se monta? Por qué no se dejan asesorar por especialistas? Hala! Vamos a incrustar aquí dos trastos de estos que se muevan y listo, contentos los niños y contentos los padres, parque hecho. Y a olvidarse hasta del mantenimiento. Pues no.

Quiero parques con muchos y variados aparatos, coloristas, bien conservados, con suelos blandos, sin riesgo de atropellamiento por demasiada cercanía a la calzada, accesibles tanto para las sillas de ruedas como para los carritos, señalizados convenientemente… En resumen, seguros y entretenidos. Bueno, y ya por pedir, libres de (malos)humos.

Menos mal que siempre podremos jugar con el que le trajeron los Reyes a Miss.